UNA MENTE EN CALMA



Siempre se ha dicho que cuando nacemos nuestra mente tiene habilidades y capacidades que por falta de uso se atrofian con el tiempo. Acostumbrémonos a pensar que nuestra mente es un músculo que debemos entrenar, usar y mantener activo para que conserve siempre todas sus funciones y recupere aquellas que por falta de uso hemos perdido.Además de servirnos para lo que usualmente lo empleamos como actividades intelectuales, nuestra mente tiene también capacidades más relacionadas con nuestro mundo energético como la intuición por ejemplo o la capacidad de conectarse con la inteligencia universal que es la fuente de toda sabiduría.

Se trata de mirar detenidamente todos los días una rosa. Vas a encontrar un lugar tranquilo y te vas a sentar con tu rosa. La miras fijamente y te concentras en ella tratando de borrar de tu mente cualquier pensamiento relacionado con tu día a día, tratando mejor dicho de alejar tu monólogo interior. Si haces este ejercicio juicioso en pocos días tendrás que notar un incremento en tu capacidad de conectar con tu “otro yo”, además verás cómo poco a poco se te hace más sencillo borrar los pensamientos y dejar tu mente como una pantalla en blanco para que a través de ella puedas establecer un puente que lleve a tu vida aquello que más deseas.


Una mente en calma es el mejor receptor del mundo, una mente calmada y receptiva se convierte en un imán que atrae suavemente la guía que necesitamos para afrontar cualquier asunto en nuestra vida.

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